Gustavo Soto

Lluvia sangrante

Al contemplar el paisaje
cae en mi una espesa gota.
El firmamento lloraba...


El cielo se siente solo,
a pesar de las eternidades,
le acongoja la soledad.
No tiene nada, no tiene a nadie...

Nadie llora por su desgracia.
Nadie contempla su soledad.
El cielo implora,
pero a nadie le importa.

El cielo bota sangrantes lágrimas,
y todos las reciben felices,
como una bendición.

El cielo llora solitario.
Llora por la felicidad ajena.
No puede derramar más lágrimas,
se ha llegado a secar
dentro de su soledad.