Rocío V-P.

PUERTAS ABIERTAS

  

Cuántas cerradas puertas

que se abren con un latir

mientras sigas sin tregua

 siempre se habrán de abrir.

 

Ve y evade los lamentos

o ataduras de duro marfil

sin reparar en sentimientos...

mucho mejor amar así.

 

En las olas que te llevan

sin remar a la estación

de los barcos con veleras

sentirás fina fruición.

 

Así los días van pasando

al propio paso de tu andar

y es que, al buscar tu hado

¡lo acabarás por encontrar!