YoKo

Ulysses

A la sonrisa de Ulysses, a su mirada...

Me deslizo en el borde de su sonrisa

elocuente y triste, diáfana y ausente.

Sus manos lo esconden tras los acordes,

pero es su corazón quien calla al silencio.

 

Ha sobrevivido entregado a sus pasiones,

como la plegaria vacía de un superfluo.

Mis ojos, no pierden detalle sobre él

tan aburrido y actuado. Y yo, sólo observo.

 

Mis pensamientos han quedado cautivos,

entrecortados en el pentagrama de sus pasos.

 

¿Cómo conversar con el miedo que me inspira?

Si de la incertidumbre ha hecho mi reflejo,

con el espejo incrustado en sus retinas cuando me mira.

 

Su voz emerge como una nota en mutis,

una afonía del palpitar de mis sentidos,

cuando de Ulysses escucho mi nombre, el único,

que al igual que mi padre solía llamarme;

Pam, stand by me.

Clavel Rojo

Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados.