Dulce condena

Tal vez jamás fuiste mio en realidad

Pasé mi vida junto a el,

Pensando que a mi amor le era fiel.

Mas la tristeza no pude contener,

Cuando años después comprendí que no era yo  quien le hacia feliz.

 

Cargando en mi corazón todo el amor que por años guardé,

Para nunca llegar a entender,

Que el jamás sintió el amor que yo creí ver en su mirada,

En su piel callada,

En su complicada y misteriosa alma.

 

Pero este terco amor nunca comprenderá,

Que él no me pertenecerá nunca más,

Porque tal vez jamás fue mío en realidad.