Bernardo Arzate Benítez

¡El madero de tormento de Jesucristo!

No es fácil morir colgado en un madero,obvio;
y así ejecutaban los romanos;
te clavaban pies y manos,
te llenaban de burlas y de oprobio.

Y ante las burlas aun haciendo eco,
alzaban al que iba a ejecutarse,
¡Dejaban caer el poste en seco,
y en el cuerpo aumentaba el desgarrarse!


¡Clavado con hierro enmohecido
El dolor que sentía era inhumano,
no podías usar ni pie ni mano,
donde con saña te habían acometido!.

La ejecución era en lo alto,
la ejecución así tenía razones:
¡Pronto el oxígenno era falto,
pues comenzaba la presión en los pulmones! 

La gravedad del suelo atormentaba,
pues debe bajar lo  que ha subido.
¡En esa situación Jesús se hallaba,
el hijo de Dios,el escogido!

Los dejaban por horas al suplicio,
sin tener la más mínima clemencia,
el azotar el cuerpo era el inicio,
para empezar a quebrar tu resistencia.

Como león hambriento en acechanza,
rompían entre rodillas y entrepiernas,
los atravezaban con su lanza,
y para un rápido morir quebraban piernas.

¡En esa situación Jesús se hallaba,
y murió en el tormento asesino;
demostró por su dolor que nos amaba,
y por su muerte nos abrió el santo camino!

Su sangre nos rescata del pecado,
de la muerte que Adán nos heredó.
Jehová por su hijo ha perdonado,
por el santo sacrificio que ofreció.

 

Autor:Bernardo Arzate