mario mena mena

Sol


Al aparecer el sol unos se levantan y otros se acuestan

Su cara milagrosa se asoma muy despacio en la montaña

como para que nada se tome de sorpresa

y que la noche y sus habitantes

regresen a sus cavernas con tiempo

A su paso huyen los espantos más terribles de la noche

esconden sus colmillos

los toca la luz y se vuelven nada

y el miedo corre temeroso al llegar la aurora

No hay sombra ni fantasma

que soporte el canto del gallo anunciando su llegada

El extiende sus dedos de luz

lo toca todo con su tibieza

se desayuna el rocío de la noche en pequeños tragos

se viste del color de cada cosa,

volviendo de vitrales el paisaje

se va elevando lentamente en el escenario de los días

y baila en el semicírculo del cielo

con la música imperceptible de las horas

Su rostro resplandeciente, milagroso

no da tregua a las tinieblas

extiende su inmensa cabellera de luz

y camina con nosotros hasta que la noche llega