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Los timbres del amor

 

 

Pletórico está el amor,

como un actor entre aplausos,

sopla luz a Lucifer,

le da destierro y fracaso.

Mimoso, su candor,

con mil caricias y abrazos,

consiguió hacerle entender,

sus rasgos en el retrato;

este mundo que promueve,

plagado de desencanto.

 

 

Ingenioso es el amor,

transforma actos demoniacos,

inventa paz en los siglos,

se esmera en el dulce trato,

tercia talento y humor,

reniega de abismos vastos,

fustra fauces de Vestiglo,

con risas anega el llanto,

subyuga hasta a la duda,

afianza con dócil tacto.

 

 

Artesano es el amor,

también con chistera es mago,

puntiagudos cuernos lima,

dejándolos romos, santos,

y a ti, diabólico actor,

castra bulo y desparpajo,

junto astuta pantomima,

que niega con el rechazo.

Tienes jilgueros, delfines,

tu andar, el justo recato.

 

 

Acuático pez es amor,

conoce el cosmos su nado,

detiene, como bombero,

él apaga incendios crasos,

de Satán, infernal calor,

del hombre su egoísmo nato,

de animal instinto fiero,

que engulle sueños preciados.

Universal es amor,

sostiene a Dios en sus manos.

 

 

Es políglota, el amor,

dice con gestos y cantos,

pretendiendo proponer

la paz al resto de hermanos.

Adiestra, él, sabedor,

que el hoy recibe un pasado,

y es tóxico retener,

rencor cuando procuramos

fundirnos al resto y ser,

tiempo inmortal, candelabro.

 

 

Bendita tu imperfección,

destrona reyes amargos,

elude el yo que condena,

su muda son alas y halos.

 

 

318-omu G.S. (Bcn-2012)