Diaz Valero Alejandro José

Castidad escondida

¿Porque  esos versos apasionados

Si eres un declarado solterón?

¡Si a ti nunca te han besado!

¿Cómo puedes desvirtuar la inspiración?

¡No sabes cómo se ama de corazón

¡No sabes a que huele una mujer!

Y ahora escribes rimas de pasión

esos versos que escribiste ayer!

no reflejan tu vida de inocentón.

 

Así aquel hombre recriminaba

la inspiración de su amigo escritor,

que entre versos cada tarde soñaba

con regalarle rimas al amor…

Era un poeta que en su pudor

y en su entera ingenuidad

ocultaba con timidez su castidad

con algunos versos de ocasión

escribiendo con ímpetu de varón,

imaginando eróticos eventos

pero eran versos sin fundamento

nacidos sólo de su inspiración.

 

Quiero verte sumida en pasión

con lujuria en cada entrega,

que tu boca se prenda cual fogón

donde ardan mis ansias enteras…

Y serás mujer por vez primera;

quiero verte cuando serpenteas

que tu cuerpo reclame el mío

y ya en la alborada con más bríos

volver a cabalgar por tus praderas

aferrado al vaivén de tus caderas

para que te embriagues con mi hombría

y desees dejar tu soltería

para dormir conmigo placentera.

 

 

Aquellos versos llenos de erotismo

de una muy ardiente poesía

no eran el reflejo del poeta mismo…

Eran solo un acto de hipocresía;

un experimento con gran cinismo

para cambiar la práctica por teoría.


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