mario mena mena

Tocar el manto



Igual que ese día hoy muchos te apretujan

y pocos buscan tocar con fe tu manto

Apenas te noto entre el tumulto

por las calles del mundo va la inmensa procesión

Nada falta, de todo sobra

curiosos, enfermos, ciegos, sordos y cojos

también entremezclados ente tanta mano y tanto pie

van los espías de Caifás y de Herodes

Igual que ese día  hoy muchos te apretujan

y pocos buscan tocar con fe tu manto

Es casi imposible acercarse

a ese cuya túnica brilla entre el mar de gente

Pero aquí voy avanzando unas veces por mis pasos

otras como alzada por las olas

que en un instante me llevaron tan cerca que pude ver sus ojos,

y oí que alguien le contaba de una niña enferma

- me parece que es la hija de Jairo -

Igual que ese día  hoy muchos te apretujan

y pocos buscan tocar con fe tu manto

A momentos su figura se me pierde en el oleaje

pero de pronto resurge luminoso caminando sobre el agua

Estoy segura que “si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana”

por eso camino, serpenteo y me arrastro

como si viajara en el bote cuando niña conocí el mar de Galilea

y ahora ¡por fin tengo el borde de su manto entre mis manos !

aquí estoy de rodillas y veo que se ha vuelto y pregunta:

¿quién me ha tocado?”

entonces me levanto y le digo que soy yo

que tengo miedo, Luz mía

que le ofrezco mis rodillas de aquí en adelante

pues ahora que mi cuerpo sanó de inmediato

sé que a Dios he tocado.

Igual que ese día hoy muchos te apretujan

y yo que voy arrastrado en esta correntada de empujones

igual que ella me decido

y extiendo mi mano para tocar con fe tu manto