Hugo Emilio Ocanto

Completamente desnuda -Diálogo teatral -

Vemos en escena a un personaje

de cuarenta y cinco años.

Ella, 30 años.

Hermosa. Completamente

desnuda. Está posando.

El pintor se inspira en

su cuerpo para plasmarlo

en la tela del cuadro.

-Trata de no mover

tanto la cabeza.

- Es que me canso...

-Unos minutos más,

y por hoy terminamos.

Ten paciencia...

-Tengo sed.

-Doy las últimas pinceladas,

y tomamos algo.

-Oh, por fin... me duele

la nuca.

-Sí, por hoy

hemos finalizado.

Espera, no te cambies

todavía.

-Estoy un poco congestionada,

y si continúo desnuda,

tengo miedo de resfriarme.

De todas maneras,

para qué debo

quedarme así,

si ya hemos terminado.

-Quiero seguir contemplándote.

-¿Desnuda? No me digas...

-Por favor, perdóname.

-Te comprendo. Pero no

esperaba me dijeses

lo que acabas de decir.

-Vuelvo a disculparme.

Puedes cambiarte, nomás...

-¿Me convidarías un café

bien caliente, por favor?

-Sí, enseguida.

Qué rápido te has cambiado.

-También fui rápida

al desnudarme.

Es parte de mi profesión

de modelo.

-Me comentaste que

ya has posado para

otros...¿recuerdo mal?

-Recuerdas bien. Sí,

he posado un par de veces.

-¿Siempre desnuda?

-Sí, siempre desnuda.

-¿Alguna vez alguno

de ellos intentó tener

una relación?

-Uno de ellos sí.

-¿Aceptaste?

-No, no acepté.

-Si yo te lo pidiese,

¿aceptarías?

-No. No aceptaría.

-¿Por qué no?

-Porque soy una modelo

decente. El aceptar me

convertiría en una

prostituta, y no lo soy.

-No he tenido la

más mínima intención

siquiera de pensarlo.

Sé qué clase de mujer sos.

-Pues entonces no me

hagas proposiciones

deshonestas.

Soy una mujer casada

y separada. Y tengo

un hijo de seis años.

-¿Está con vos?

-Sí, vive conmigo.

Su padre se lo lleva

con él cada dos semanas.

-Y el hecho de que estés

en esa situación,

¿sería imposible que

tengamos una noche

de placer vos y yo?

Te pago lo que me pidas.

-Dijiste que que no tenías

la más mínima idea

de pensarlo,pero me

estás tratando como

a una mujer fácil.

Y no lo soy.

-Nuevamente me disculpo.

Lo que pasa es que sos

tan bella, que me he

prendado de tu hermosura.

Y te deseo...

-Pues yo no te deseo.

Estoy aquí con vos

por el sencillo hecho

de que como modelo

profesional poso para que

vos me dibujes en

un retrato. Tendrás

después tu recompensa

al venderlo.

- Tienes razón. Mi cuadro

con tu retrato será

muy bien cotizado.

Tu belleza es inmensa.

Por eso es que al

tenerte durante estas

horas delante mío, así,

completamente desnuda,

mis pensamientos fueron

más allá... y te

deseo ardientemente.

-Poso desnuda para sobrevivir

y mantener a mi hijo.

No quiero que hablemos

más del tema.

Se me hace tarde.

Debo irme.

-Está bien. Aquí tienes

tu dinero.

- No es lo que habíamos

convenido. Me estás

de más. Estos son tuyos.

-Te los doy a cuenta

de tu próxima visita.

-No los quiero ahora...

me los entregarás

cuando vuelva a posar.

-Quisiera... quisiera

tenerte desnuda entre

mis brazos...

-¡Basta! ¡No quiero

escucharte decirme eso!

-Es que...perdóname.

Pasa que... mírame cómo estoy...

-¿Cómo tengo que

decirte que no quiero

aceptar tu propuesta?

-Respóndeme con tu

silencio, aceptándome...

te lo pido, por favor...

Te deseo tanto...

(Ella lo mira fijamente.

No dejan de mirarse.)

-Yo... te he dicho

que no quiero...

(Comienza a desvestirse,

hasta que dar completamente

desnuda)

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-22/07/2012)