nelida anderson parini

DESPIERTA...

Sereno despierta el cielo

en ésta mañana fría

desprovista de alegría

la pereza se alza en vuelo.

El ánimo por el suelo

la sonrisa desvestida,

por la nostalgia invadida

corre la vida sin freno.

Hoy ni conversar es bueno

se acerca la despedida…

 

En mañana desteñida

el tiempo corre sereno

esparciendo su veneno

sangra con fuerza la herida.

Naufraga el alma dolida

por mares de desconsuelo.

Ahoga en llanto el anhelo

con cruel certeza asesina,

hacia el dolor se encamina

cargando pesado duelo.

 

Cuando el corazón es hielo

la dicha se vuelve esquiva

la razón es negativa

y marginal el consuelo.

Despertar es un desvelo

y negro se torna el día,

toda mañana es sombría.

El sentimiento dolido

llama a gritos el olvido

perdido en la lejanía.

 

Huye del Ser la alegría

entregado a la tristeza

no basta en él fortaleza

para hallar sabiduría.

Si el amor que perseguía

esquiva todo regreso,

vivir es destino avieso

caminando en lo sinuoso.

Por terreno pantanoso

es difícil el progreso.

 

En la mañana cual preso

abre sus ojos sin ganas

tristezas tocan sus dianas

en el sentimiento leso…

Del sufrir vive poseso

presintiendo pesadilla.

De soledad se maquilla

bostezando su tormento.

Al aire libra en lamento

su oscurísima semilla.

 

La esperanza se gatilla

con el nuevo amanecer

el dolor hay que vencer

seleccionando la trilla…

En el horizonte brilla

luminosa la mañana,

descorriendo la oscurana

la niebla el alma despeja.

Su luz interna refleja

refulgiendo en la ventana.

 

La ilusión nace temprana

opacando la pereza

se dibuja la belleza

despertando en nueva gana.

La felicidad lejana

hacia su Ser se encamina,

la tristeza peregrina

anuncia su despedida.

Empieza a sanar la herida

mientras la luz se avecina…