He visto la noche con su tenue manto caer y dormir en tu mirada y nacer el alba en tu sonrisa, he visto la primavera enredada en tu cabello y el invierno en en tus manos frias cuando las calentaba con las mias, he soñado mil noches conquistando el mundo y al despertarme, mirarte y saber que fuiste mi sueño hecho realidad, he caminado mil caminos, en soledad, pero solo uno me ha traido felicidad, aquel en el que nuestros pasos y nuestras risas, nuestras lagrimas, nuestros besos furtivos le daban color a las flores del campo y suspiros a las adas y a las ninfas.
Si de aquel entonces atesoro algo es el recuerdo de tu alma, las noches donde nuestras risas se confundian, donde nuestra cama era nuestro santuario, donde el cielo era el limite de nuestro amor, donde se sacrifica el dolor, donde tu recuerdo vivira asta el fin de mis dias.