Franklin Sandi

La noche se diluye en tu vestido

La noche se diluye en tu vestido

 

Llenos de augurios los ojos pintan paisajes

 

Las manos son convexas en tus frutos de seda

 

Y levantan la cabeza los vellos que dormían

 

Nada ha anochecido aunque el sol se haya hundido

 

Se agitan las olas del mar en las sábanas tibias

 

Y las líneas paralelas se ondulan en el viento

 

Se envuelven, se ensortijan mientras los ojos hablan

 

Y la noche se hace un hueco entre la almohada y tu pelo.