Hugo Emilio Ocanto

El comentario de un poeta, y mis lágrimas.

Con este texto,

no quisiera que nadie

se sienta excluído.

A todos los poetas

del portal

"poemas del alma",

considero mis amigos.

Unos más allegados,

otros no tanto...

Pero todos

sin excepción,

los considero

realmente mis

amigos del alma.

Porque ustedes todos

están aquí, como yo,

expresando lo que

nos dicta el corazón.

Precisamente ayer por

la tarde recibí el

comentario de un

poeta español.

Te lo comenté a vós

poeta; ese comentario

después de leerlo,

me hizo llorar.

Lloramos con

las tristezas y

también con las

alegrías.

Últimamente estoy

muy sensible.

Como nunca en mi vida.

Estar aquí con ustedes,

me ha llevado

a sentirme con una

felicidad nunca imaginada.

He llegado hasta aceptar

la indiferencia.

Las ausencias

de comunicación...

Y eso es por

el intenso amor y

pasión de artista

que siento al estar

en"Poemas...".

Para mí es de vital

necesidad comentar

a ustedes, en realidad

varias veces ha sido,

que la unión entre

nosotros es muy

importante.

Es mi opinión,

de la cual ninguno

debe opinar lo

mismo si así no

lo sienten.

No quiero ser

pesado con mis

expresiones.

Sólo quiero decirles

que este poeta hizo

un comentario

sobre mi poema

"Adiós", el cual

fué tan grande

mi emoción,

que me hizo llorar.

No me avergüenza

decirlo. Me enorgullece.

Si con las tristezas

y las alegrías

no tuviésemos lágrimas,

no seríamos poetas.

No voy a decir las

breves pero sentidas

palabras.

No quiero hacerme

el enigmático,

pero pueden indagar,

y se enterarán.

Eso ha sido lo

que me emocionó

hasta las lágrimas.

Debo decir y recordar

que María Ho... Víctor C...

Alvaro...Pepita...Nicolás L...

Carlos Do...Nilo... Winda...

y  otros... no puedo

nombrar a todos, disculpen...

También ellos me han

alentado con sus palabras.

Las palabras del poeta,

autor de mis lágrimas,

me dió la esperanza

que tal vez, y por qué no,

de poder algún día

lograr lo que él me sugiere.

Aunque no se realice,

la felicidad de estar aquí

y permanecer hasta

que Dios lo disponga,

me es suficiente.

Para mi final... de vida,

no sé cuánto falta...

ninguno lo sabemos...

Solamente quiero reiterarles

que esto que me

sucede aquí, nunca

fué soñado.

Y es una realidad,

este incomparable sueño.

Pensar, sentir, expresar...

maravilla del alma...

Ya he descargado

mis sentimientos

queridos

amigos poetas

del alma.

Los quiero mucho.

Y a vós, Eduardo

González Cuartango,

gracias...

Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto-15/07/2012)