Roberto del Castillo B.

MI FILOSOFAR

   Es filósofo el que piensa,

ciertamente es comprensible;

¿quién se niega de no serlo?

si la mente, siempre es libre.

 

   Pero hay inconvenientes,

que al filósofo resguardan;

él no piensa en vanas cosas...

ni a quién éstas, le atañan.

 

   ¿Acaso he de extrañar,

cuando muera yo algún día;

los momentos reflexivos,

por los cuales...yo vivía?.

 

   Fué preciso para mí,

externar mis pensamientos;

sólo, triste, confundido...

abatido en mis lamentos.

 

   Nadie supo nunca dónde,

cómo y cuándo yo eximía;

los pensares que mi mente...

tanto me atormentarían.

 

   ¿A quién puede interesarle,

éste mundo en el que vivo;

de pensares relevantes,

por los cuales...yo escribo?.

 

   Jamás nadie me pregunta,

cuál será el siguiente escrito;

de qué tema tratará,

no interesan...son un mito.

 

   Una angustia que es latente,

que ha inquietado mi pensar;

me ha obligado a recluírme...

como un paria en soledad.

 

   ¿Cuánto más he de escribir?

para así calmar el ansia;

que conlleva la inquietud...

que me dicta idiosincrasia.

 

   Me he escondido en la penumbra

que la noche me reclama;

cual imán me atrae, me dicta,

ven escribe...ten tu calma.

 

   Emanar la voluntad

que se fuga concebida;

es la llama que enaltece...

mi escritura, paz de vida.

 

   Las estrellas y el alba,

son cual mudo los testigos;

que acompañan, casi siempre...

la ansiedad, de mi destino.

 

   Más al escritor mundano,

el que abunda en elocuencias;

todo mundo suele hallarle...

mil defectos e imprudencias.

 

   Si soy dueño de mi vida,

soy dudoso al pregonarlo;

¡oh que iluso, qué inocente!...

¿cómo puedo demostrarlo?.

 

   Al nacer yo ya fuí preso,

condenado y de por vida;

a las leyes y a los rubros...

que la sociedad instiga.

 

   Más por qué debo integrarme,

a las normas del dictar;

de éste mundo, que sociable...

nada a mí...me puede dar.

 

   Rebeldía o sumisión,

¿a qué bando yo me arropo?;

que me injurien desacatos...

¿o me humillen, por ser tonto?.

 

   Qué benéfico ha de ser,

desplegar de la conciencia;

toda traza en relación...

de ése ser, que cree, que piensa.

 

   ¿Quién le dicta al manzano,

cuántos frutos ha de dar;

ó inculcámos en sus ramas...

ya que dirección tendrán?.

 

   ¿Quién le impone a las aves,

cuándo deben de volar;

ó a qué árbol,se dirijan...

cuando el nido han de forjar?.

 

   Y a la mosca en pleno vuelo,

¿quién la puede gobernar?;

ya se posa en inmundicias,

y también...en un manjar.

 

   En la élite suprema,

son millones los nacidos;

agraciado ser humano...

¿dime tú, dónde has caído?.

 

   Pero todo en ésta vida,

por riqueza, se proclama;

beneficio, ¿qué has hallado?...

me preguntan y me allanan.

 

   Nadie sabe que el instinto,

que no busca la riqueza;

ya éste sólo se complace...

obteniendo su excelencia.

 

   Los recuerdos solo sirven,

para hostigar la mente;

de reproches del pasado...

de alegrías inexistentes.

 

   Caravanas y fanfárrias,

es lo qué, quiere la gente;

es el ego prioritario...

complacer al indolente.

 

   La premisa de los hombres

se adecúa en necesidad;

de poseer tanto más bienes...

que a sus tumbas, nunca irán.

 

   Ni la paz, ni la justicia,

ni el amor y libertad;

son valores que comprende...

una mente sin pensar.

 

   Imposible es demostrar,

ni a la mujer que otrora;

era poco inteligente,

y ahora menos...me valora.

 

   Y a los hijos no es posible,

que interesen manuscritos;

si éstos no son digitales...

obsoletos, son bien vistos.

 

   De amistades y de amigos,

yo ya puedo presumir;

no tener si acaso, uno...

que comprende mi escribir.

 

   Me he inspirado por los versos,

cual proezas han dejado;

ya mil sabios y poetas,

que ni yo... he imaginado.

 

                                      RCB.