FERABIT

TU

 

TU

Noche callada como tu voz

Que no aún de ti no conozco,

Blanca tinta la de tu alma

Que esparces como el roció.

 

Pues dejas ver tu sonrisa

En redes que el mar extiende

Y acompaña tu hermosa cara

Y tu alma  en mi trasciende.

 

Eruditas palabras que cantan

en tus cuadros que quiero oír

y quiero sentir lo que plasmas

t regocijarme en tus miradas.

 

Sé que mis dedos sueñan

con el suelto trigal  de tu pelo,

con mi pulgar en tu par de  cejas

acariciándote suave  y lento

 

Imagino el tener entre mis manos,

ese par de mejillas delicadas

que clarean el alba de mis ojos

y mis pupílas son afortunadas.

 

Princesa coronas todos mis alardes,

por esos sueños semieternos por robarte,

un sencillo beso en la orilla de tu aliento,

Ooro más en tiempo de tus tardes.  

 

Desnudar solo el vestido de tus aires,

para poder asomarme a esa tu alma

llena de cientos de colores de calma

que brotan en tus versos como jades.

 

Mi Musa omnipotente vuelas siempre,

lejos de estos brazos que aún no saben

del calor que en tu pecho se siente,

y mis ojos por verte,¡Quiza lo presagien!

 

Hermosa la sonrisa que en ti  brota,

Manifiestas en tus pendientes de perlas,

Esa blancura que tu mente encierra

Y compartes  tu poesía  a manos llenas.

 

Océano infinito que separas mi tierra.

Oriente que llamas de mi,  mis miradas,

que arrancas de mi voz y de mis letras

mi deseo  de escribirle en mis cantares.

 

Que más de una vez fue ella  mi Musa.

donde mis dedos se perdierón en su pelo. `

donde mis ojos sucumbían en su mirada

donde mis versos obedecían sus palabras.

 

Dulce señora que duermes en mis días,

dulce Paloma que vuelas en mis noches,

sueños preciosos como el color de tus ojos

inundas con ellos mis horas felices.

 

Embajadora de oleos y de suaves palabras,

mujer que Navegas con la verdad por delante,

borra estas rayas que en las olas se forman

deja que tus fuertes aires impulsen  mis velas.

 

Déjame acercarme un poco a tu puerto de seda,

déjame mirarte cerca como se mira la prenda,

la prenda que se ama aunque tú no me quieras,

y esconderme una noche el jardín de tus rosas.

 

Esos botones  sonrientes que son de tu cara,

las mejillas rosadas  que esconden mil palabras,

que dicen que brilla más tu alma en calma,

y navegas segura como La Niña y La Pinta.

 

Como la Santa María que Cruzo los océanos,

como los vientos de Octubre que sacuden y ríen,

que renazcas Princesa como la lluvia tan fresca,

que ilumine mi vida el color de tus cielos y mares.

 

Si soñar con robarte se convierte en pecado

de tus labios sagrados un pedacito de beso,

cumpliría sentencia de cien años contento

por robarte cien besos,y decirte te quiero.