Andrea Valentina

Cuentas

 

Si supieras que hace tiempo

 mis ojos han dejado de ser mirada

para ser caja de recuerdos.

Donde dos látigos,

tres puños,

cinco miedos

y un hambre temible atraviesa

y grita y llama y frusta

                                                        y duele....


Quedaron aquí frascos, fragancias, fracasos  

y almas desmanteladas también.

El mañana parece enterarse de este naufragio

y a veces grita:      llavesss...

 a ver si alguien abre o golpea su puerta;

pero no.

Nadie devuelve el golpe o el grito

y la pobre y solitaria puerta llora

por sus pestillos y manillares abandonados.

 

Replica de algún profundo pero latente yo