Andrés Mª

TARDE Y NOCHE

Vuelan y vuelan y vuelan

las gaviotas por el río

y van batiendo sus velas

como leves abanicos,

que van dejando su estela,

que levanta mis suspiros.

Y me traen albricias nuevas

para alegrar mi camino,

pues soy poeta en la senda

a las orillas del Miño.

Las barcas mecen su anclaje,

sin moverse de su sitio

y embellecen el paisaje,

bamboleando su estilo.

Qué alegría y qué frescor

mientras avanza la tarde

y entre nubes hay un sol,

que lucha por asomarse.

Esta noche al acostarme

miraré por la ventana,

mientras la luna se expande

para mostrarme su cara

y así poder recordarte

hasta las luces del alba,

pues sé que tú al acostarte

me has pensado y tú me extrañas.

 

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