Estrellas de mi horizonte, hacen más lo menos.
Engrandecen mi vida, hasta el punto en que si mi esperanza en este mundo termina, al lado de ustedes comienza.
Pase noches llorando por no poder tocarlas, quise seguir soñando para poder de alguna forma acariciarlas… y prolongar la vida en mi interior.
Estrellas de las lejanías, patrias mías. Siento sus roces en mi corazón y escucho sus voces en mi meditación.
Mis deseos me dictan el camino hacia sus costas, llenas de blancas gaviotas. Donde yo no he de perecer; sino, donde he de permanecer.
Jamás termina una historia si pienso en su diversidad.
En el libro de las glorias celestes escrita esta la historia que aun no he podido recordar.
Por lo pronto, hasta luego, estrellas amigas, estrellas divinas…