Alexander Vortice

AETHER

 

Se sosiega el éter masticando

esperanzas de bocas caídas

y acequias ensombrecidas.

 

Cien mil cielos conversan en poniente,

mientras tanto, los hijos del fuego indeleble

reciben halagos y rugidos de victoria

ya que las cenizas del presente

serán cimientos de honestidades

en un futuro muy cercano.

 

Vuela mi afecto sobre el tejado de la sabiduría.

Hemos rechazado nuestro interior más intimo

y a consecuencia de ello ahora sólo cabe esperar

la capitulación que nos cederán de los dioses.

 

Se apacigua el éter cuando la sed de justicia

se va convirtiendo en una sublevación sigilosa,

sólo apta para anacoretas que codician justicia.