Oscar250

La mujer de ayer

 

Para olvidarme de ella,

para estropiar definitivamente el hallazgo de su sornrisa,

tuvo que convertirse en pesadilla,

para alejarme de la mujer del cielo rojo,

tuvo que congregar a todos sus fantasmas del pasado

y triturar a la niña de la voz dulce dentro de ella,

para dejar de penasar en ella

tuvo que fingir que su vida ardía en llamas,

porque la mujer de la mirada intensa era feliz en su jardín.

 

Para olvidarme de ella

tuvo que amenazarme con la fuerza policial

para alejarme de la mujer del cielo rojo

y callar su voz escrita y estricta

tuvo que acercar mis errores a la apatía de sus rencores

y odiarme más para seguir odiando

para dejar de penasar en ella

tuvo que matarme muchas veces

porque la mujer de la mirada intensa era feliz en su jardín.

 

Para olvidarme de ella

tuvo que imaginar que invadiría su vida para siempre

con bengalas y canciones humeantes

tuvo que creer que mis manos golpearían su puerta

pero la mujer de la mirada intensa es tan solo una mirada del ayer

y tocaba mi corazón cuando sus labios rozaban los míos

y asfixiaba mi aliento en un instante de cielo

más besos más caricias más deseos

porque la mujer de la mirada intensa era feliz en su jardín.

 

Para olvidarme de ella

para dejar en paz el recuerdo olvidado

tuvo que convertirse en pesadilla

para alejarme de la mujer del cielo rojo

tuvo que molestarse con la poesía que le regalaba

matarme y matarme muchas veces antes de morir

y abrazar con más pena que nunca su cruel soledad

para olvidarme de la mujer que me trajo vida

ella se tuvo que quedar con su antigua vida.