andres arevalo

saben que es sierto

Durante miles de años, los seres humanos hemos podido disfrutar, del mejor regalo que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo. La brisa, el viento, el hermano sol y la hermana luna, campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera puestas de sol decoradas por los sueños aun por concebir. Y aunque parezca mentira… INTELIGENCIA. Pero el hombre blanco despreció aquel tesoro y a medida que la vida le sonreía, el le contestaba dando patadas al destino.
Si alguien lee esto no olvide que el fin de esta civilización se debió al egoismo, codicia e incultura de la raza humana. Los hombres ya no somos mamíferos el ser humano no se convirtió en depredador, la raza humana somos simplemente un virus: matamos, crecemos, y nos multiplicamos. Por eso nos extinguimos. Por eso las aguas se tragaron nuestra civilización la verdadera Atlántida, éramos nosotros. Y por eso he escrito este poema, para formas de vida inteligente venideras. Cuando los hombres escupen al suelo... se escupen a si mismos.