EPEV- Poerrante

AUTO-INQUISICIONES CRÍTICAS

AUTO-INQUISICIONES CRÍTICAS

 

I

No sé en cuantas vidas he escrito poesías

o sí es primera vez, en duda lo pondría,

por que mis manos no tendrían tanta exquisitez

aflorando las palabras de la inmediatez

que de ella provendría;

embadurnadas de golosas melodías.

 

De un cuadro, una foto o de denodados días

una vista se enlaza al pensamiento,

y va surtiendo e hilvanando, va creciendo

los sentires y pensares, que presumiendo

en pálidas hojas plasman el sentimiento,

de éste poeta que aúlla; bostezando melodías.

 

II

Yo deploro, a ciencia cierta no saber,

ni aplicar el  Déjà Vu, de la hipnosis retrospectiva;

trasladarme al pasado con perspectiva

de reanudar las huellas, que abandonadas en otras vidas

por mis pasos, quizás de enclenques, destruidas

en la injusta/necesaria anomalía del fallecer.

 

III

Una vida, tal vez, un continuo renacer,

experiencias y dones, de pocos estudios;

lo que la sabia ciencia explica, queda turbio,

en la contrariedad, el supuesto y el disturbio

que enfrenta a las mentes prominentes a los preludios,

del vaticinio impostergable del fallecer.

 

Todos dejamos, pendiente algo, al perecer

son cánones/requisitos obligantes del regreso

el que se va, engolosinado del exceso,

yo no sabría a que instancia mandarían

por que esas energías que se transforman, necesitarían

otros supra-espacios, de su pronto renacer.

 

IV

Vaya usted a saber si he languidecer, ¡a ver!,

al crepuscular amalgamado de un atardecer

una vida de mínimos segundos, les acotan,

entre inmensos mares donde con nados nos agotan,

para que proscritos de írritos tiempos, pasos trunquemos,

y dejando ésta vida, empeñados en Déjà Vu, regresemos.

 

V

Yo concibo, desosegado en el peñero,

grandes mares para calado de veleros

me derrito en los aurales que envuelven a los luceros,

augurando la posteridad que tanto quiero.

 

Un sueño de mis letras que espero,

yo partido de las lides de los mundos

insuflar a los seres de profundos

sentimientos de un poeta en desespero.

 

Que la contrariedad, limitante de todo pero….

que embriaga/ennoblece al pensador

eminente catedrático y pescador

de veleidades plasmada en el discurso

no sea tan sólo un recurso

del retorno a la vida, comenzando desde cero.

 

 

EPEV- Poerrante. 16/06/12