Carlos Andrés V.

El fin de nuestro

Hoy desperté y te vi, pero sentí la cama vacía,
una brisa fría recorría nuestras sabanas,
nuestras manos heladas por la indiferencia de los dos;
nuestros labios secos, cortados por la madrugada
mientras de tus ojos yace una lagrima recorriendo tus pálidas mejillas.

Nuestra casa se derrumba, nuestros sueños están llegando a su fin
nuestro amor está agonizando, una linea delgada queda ya entre los dos,
sólo queda recoger lo poco de ti y dejarte lo bueno de mi
tan solo quiero que me digas que las cosas no son así
pero te callas y tan solo agachas la mirada,
y comprendo en el instante que la llama que consumía este amor se apagó.

Un suave silencio abarca nuestras almas,
solo se oyen palabras mudas, 
donde una vez la luna fue testigo de nuestro amor,
hoy las estrellas nos alumbran con un pálido furor,
donde damos vuelta sin decir adiós
solo con los recuerdos de los que un día alcanzamos a llegar a ser,
no sé por que tuvo que ser así, pero será lo mejor para los dos.

Perdón si no te bastó mi amor, pero te di todo lo mejor de mi;
si no existía lo inventé solo para ti, 
si no alcanzaba, la misma vida llegue a empeñar por ti,
no llores por mi, no llores por lo que será de mi
no llores por lo que algún día llegaste a sentir,
tus actos me llevaron a esta situación, 
donde lo di todo por hacerte feliz, pero fue poco para ti,
déjalo así... vete y sé feliz, y que sea Dios quien se apiade de mi alma,
pero lo siento... este amor que sentias por mi se acabó.