Melancolía.
Me inundas, me hieres;
apártate de mi mente,
quédate ausente,
que mis ojos no te expresen,
que mi piel no te sienta,
que mis labios
no te pronuncien,
porque preguntan siempre:
¿Qué soy?
Y La incógnita salta
se aferra a mi rostro
viéndote presente…..
¡Melancolía!
Tal ves nunca fui,
lo que se refleja,
en ese empañado espejo.
¡Te lo ruego!
Déjame ahora;
los buenos momentos
mutan horriblemente;
dagas venenosas,
son ahora
y penetran
hasta el alma.
Cuanto duele sentirte.
Cuanto hiere
tu presencia.
Ely