Nicolas Ferreira Lamaita

VEJENTUD

    "Juventud, divino tesoro,

te fuiste para no volver,

cuando quiero llorar, no lloro,

y a veces lloro sin querer".

 

    No quiero que piensen, ¡un plagio al poeta!

de mi mente eso muy lejos está,

antitesis clara de mi pensamiento,

mi vejez, en "rubén" me hizo pensar

 

     Su rima primera, quisiera invertirle,

a mi actual estado quisiera aplicar,

solo tomo el verso, lo pido prestado,

si siguen el canto lo comprenderán.

 

     "Vejentud" estado absoluto,

llegaste para no irte más,

si quisiera llorar no lloro,

pues de todos modos, permanecerás.

 

     Deberé aceptarte cual hecho divino,

regalo preciado que me a dado Dios,

juventud que cambio por otro elemento,

también tiene encanto, tiene su sabor.

 

     Antes yo corría, hoy caminaré,

con el paso lento que da la vejez,

veré cosas nuevas que antes no apreciaba,

todavía queda mucho por hacer.

 

     Proyectos y sueños me acompañarán,

no me está vedado el soñar y amar,

amaré a mi esposa, la amaré aún más,

amaré a mis hijos con intensidad.

 

     Buscaré recuerdos de mi juventud,

muchos serán buenos, muchos talvez nó,

los que sean buenos e de atesorar,

los que sean malos los e de enterrar.

 

     Serán sus raices las que harán crecer,

al arbol que flores de vida a de dar,

las penas y llantos que ayer enterré,

hoy darán sus frutos, la felicidad.

 

     Soledad no quiero como compañía,

mis manos ansiosas me acompañarán,

buscaré el refugio de mi artesanía,

en el barro, el verso, la creatividad.

 

     No soy un artista, tampoco un poeta,

no me creo nada, por que nada soy,

solo expreso cosas que dá el sentimiento,

solo es ejercicio para mi razón.

 

      Razón que se pierde, se achica, se escapa,

se esfuma, se vuela, se esconde tal vez,

quiero atesorarla, guardarla un momento,

deseo acompañe me felíz vejez.

 

     Vejez que no tiene que ser un tormento,

positivas nuevas me puede brindar,

mirar hacia el cielo, fundirme en el viento,

escuchar la lluvia, será disfrutar.

 

 Podré hacer cosas que nadie me impida,

escribir los versos que tanto soñe,

buscaré las rimas, soñaré despierto,

mi libre albedrío, lo disfrutaré.

 

     No tendré verguenza de falsos pruritos,

que ocacionen burlas a mi ensoñación,

total, poco importa, hoy solo disfruto,

la vejez es mía...........mi vejez y yo.

 

                        

                          Nicolás Ferreira.