Rosa Mejía

Reflejos

Aún no me dejes

desnuda ante el silencio

que la palabra pronunciada

es nuestro mayor consuelo.

Por lo menos disfruta

de este pequeño momento

y si llueve,

aún con calma,

saciémonos a besos.

 

Que en tus manos todo lo dejo.

Que en tu voz yo me libero.

Ya no busco otra excusa

para morir que por tus besos.

 

Siempre quise saberte

y saberme con locura...

tus caricias insepultas,

tus miradas color cielo

me devuelven hoy la nostalgia

impregnada de recuerdos...

abriré por ti mis alas

y volaré por ti de nuevo.

Aunque el tiempo sea la sangre

que corre por mis dedos,

yo deseo ser el aliento

que respira sobre tu pecho.

 

El pecado no es amarte

después de tanto tiempo.

Nuestras almas se juntaron.

Nuestros cuerpos se estremecieron.

No son sonrisas dibujadas

en la tristeza de un momento.

Sé que tu silencio es más grande

cuando te veo entre mis sueños.

 

Y estas palabras escritas

en recuerdo de unos versos

aún reflejan el amor

y lo mucho que te quiero.