“A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad” 
                                                 Antonio Porchia.
 
 Trémula sombra
  ¡El abismo!
 ¡Oh! ¡La mañana canta! 
 Abrazada la palabra;
  también llena de silencio,
  la palabra dormida, de la fatídica ilusión, 
  ¡perdida! Hundida en la inmensidad de la noche.
 ¡Convulsionada noche! 
 Saturada del oscuro vacio 
 más allá del placentero segundo ¡Grita!, ¡Gime!, ¡llora!, 
 ¡Canta!, ¡ríe!, ¡Baila! , ¡Calla!... 
 y al bravío mar,
  su silueta escondida 
 imponente capricho
  del saturado espacio.
 ¡oh, adormecido espacio!
  Sólo la luz vence a las tinieblas, 
 que en la oscuridad profunda ¡danza!