Alfonsina G.

Sólo verdades momentáneas

Siento que pierdo la batalla ante tu terquedad

Cada día todo es más oscuro,

Voy cayendo.

 

Me falta más el aire, la sal me quema los pulmones.

Todo es el silencio, la oscuridad,  cuanta serenidad…

Ya no escucho olas ni gaviotas,

Siento mucho frío, de ese que cala en los huesos.

 

A lo lejos, las sirenas me llaman,

me prometen la Atlántida.

No debo escucharlas lo se, pero su voz es hermosa.

Nunca había escuchado algo similar.

 

Debo dejar de escuchar tu voz,

de escuchar tus mentiras.

No, no fueron mentiras,

sólo verdades momentáneas que prolongaron mi vida.