Eduardo Torres Isleño

La puerta transparente

 

“Sería un miserable, sería yo el culpable

si no cumpliese la misión que recibí,

porque aunque fui un fracaso soy,

de profesión payaso, no me juzgues más

Dios me hizo así”

(Marcos Vidal)

 

¿Qué es lo que tienes muchacho?

¿Qué le ha pasado a tu edad?

¿qué espinas amarillas han caído

profundamente dentro tu alma?

 

no te desesperes tanto joven,

no es para siempre, no lo es,

a menos que cien años duren las semanas

y tus ojos se cierren antes de tiempo,

y de verdad sea tu destino estar triste,

pero la verdad es que las cosas de este mundo

no te pertenecen, y tú no eres nativo de estas tierras

y como la memoria y la fuerza de gravedad

tienes que volver de la misma manera

a donde caballos y seres de fuego te esperan,

pero sabrás cuando sea el tiempo para ir,

 

no te desesperes muchacho,

aún faltan desconocidas tristezas inevitables,

fuertes golpes imborrables, falsos besos fugaces,

unos más, unos menos, casi nada,

pero es por algo, que no conoces,

que todavía no llega, que esperas sin saberlo,

y que será necesario para tu existencia.