Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CXXXVI

Mujer, desarmo el silencio y su cadena con las llaves de las vocales de tu nombre verde, eres la primavera labriega que habita mi boca subterránea, por debajo de lo que mis ojos quieren ver y mi boca decir ilegalmente, eres la enredadera azul que abarca el territorio del mío, de mi nombre, nombre subterráneo… esa lluvia que no se deja ver, ni tocar, pero que no cesa, un puente a los cuatro cardinales de  tierra que se hicieron estatuas para verte fijamente. Cada vez que te nombro mujer nace un alma, nace un deseo, nazco impaciente como la primera estrella nocturna y su miel luminosa. Mujer, eres silencio y sonido, cuatro primaveras que duran un año, la monarquía eterna de mis huesos, las campanadas que late en mi pecho inheredable… silencio y sonido.
 
LRL
 
5-6-2012