Oscar Perez

Mensaje a los de manos puras

Mensaje a los de manos puras

 

Arrendatarios de la eternidad,

traigan el fuego que se enciende en sus costillas,

beban la noche que estrellada nos acoge,

duerman por fin en la materia de sus actos.

Acá y allá las horas van dejando rastros,

como semillas, como fragancias, como sonidos de miel al sublimarse

o de hojas que caducas se hacen oro bajo tierra

o de edificios que sin miedo enseñan su índice al futuro.

Allá y acá hemos aprendido a no ser uno,

a ser demás, a coger alas del que mira,

y entre el dolor del comenzar y entre el amor de verse en frutos,

ninguno de nosotros va más acá de lo imposible.

Todo es temblor en la ocasión de hacerse plenos,

todo admirar en la verdad el coro mutuo,

la procesión de seres que han llevado las antorchas,

la realidad del sol que en cada rayo es uno nuestro,

la propia libertad de hacer un trato con la especie.

Arriba pues y a dar un gran abrazo a las estrellas,

arriba pues y a arder con quien alzamos desde el pecho,

detrás del vuelo hay unas huellas en la tierra,

ellas dirán a los que vengan que no ha sido en vano.

 

31 05 12