CARLOS ALBERTO BADARACCO

LOS ROSTROS de CARLOS A. BADARACCO

 

 

 

Rostros

que se pierden en mil tiempos,

locos lapsos de lujuria,

pétalos dormidos

 

Azabache extraído de tus cabellos

arraigan los besos de mis labios,

los sueños

 

Rostros dormidos en mil roces,

el sueño de una rosa

llena de besos

 

Cerillas que inflaman mis deseos

y alumbran nuestros cuerpos sin distancias

que se unen en pasión desenfrenada,

nuestro idilio

 

Ardores ajados de sigilos

que siembran en los rostros

los gemidos.

 

Vertientes de sudores tan ardientes

en contornos recorridos por los dedos.

 

Es romance,

la libido desbocada sin aliento

con el fuego que se enciende

en nuestro cuerpo

 

Las manos y los labios

son la clave del deseo

exaltado a cada instante.

 

Y los gemidos

que se lanzan entre dientes,

tan procaces como las luces

del pecado irreverente

de los cuerpos.

 

Rostros enardecidos,

osados, sugerentes,

impúdicos.

 

Rostros con amores encendidos

que aquel poeta en cada verso,

como entre signos de emociones

entregara,

éxodo, éxtasis

 

Allí dormida yace la voz

con las letras

agotadas en el  jadeo tenaz

de las pasiones

 

Amarte es poco,

adorarte es todo

en la simple alianza

de nuestro encuentro

 

CARLOS A. BADARACCO

28/5/12

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