Alma al aire

Odisea Mundial (Parte V - El Final)

 

Recuerdo que por la ventanilla

miraba las nubes del cielo

hasta que noté que un ala de avión

se estaba prendiendo fuego,

después todo fue confusión,

por eso no me gustan los aviones,

la cosa es que yo fui rescatada

por un barco de camarones.

Bubba se llamaba el bote,

los marineros me atendieron bien,

luego llegamos a tierra

y ahora? me voy con quién?.

Cuánto habré zozobrado

abrazada a un blanco barril,

que cuando me dejaron en tierra firme

estaba en América...en Jacksonville!

Menos mal que hablo inglés desde chica,

quedé a merced de una embajada

que me daba comida y cobijo

mientras decidían si yo era mexicana,

le hubiera dicho unas cosas a Obama

pero no me correspondía,

así que esperaba cansada

y pensando en tí cada día.

Una tarde como cualquier otra

por la televisión también me enteré

que rescataron a todos los náufragos

en una isla de Santo Tomé,

siempre me pregunté desde entonces

cómo yo había llegado tan lejos,

tal vez finalmente el destino

comenzaba a entender mis deseos.

Agobiada por el papeleo

avisé que me iba a pasear

pero en verdad contraté un velero

con la idea de no regresar,

enfilamos proa hacia el sur

y partimos con viento en popa,

con la costa alejándose a espaldas

mucho sol y con poca ropa.

Ya mismo quería llegar!

pero algo me distrajo,

se veía una tormenta

acercándose muy bajo,

consulté al capitán

por la creciente negrura

"lo siento señorita, al parecer

es el Triángulo de las Bermudas".

Claro, cómo no imaginarlo!!

con mi racha siempre tan buena!,

nos tiramos los dos al mar

y que sea lo que Dios quiera,

recuerdo un gran remolino,

agua y sal por todos lados

y que luego entre tanto oscuro

brilló finalmente algo claro.

Abrí los ojos con esfuerzo,

sonreías frente a mí,

parecía un ensueño,

"es el Cielo? me morí?"

"No, mi amor" te reíste

"estás en la playa tendida,

un hombre también está aquí

secándose cerca en la orilla".

Y así fue como quien escribe

terminó su odisea mundial,

llena de arena en el pelo

pero junto a su amor sin igual.