En esos días,
en los que el rencor
carcome mi alma;
y el perdón no llega a mi boca;
deseo profundamente,
que los buenos momentos,
se conviertan en titanes
y arrastren
con toda la negatividad mía,
porque del dolor
que hoy siento,
por mantener aprisionado
un fuerte odio,
ah nacido un verso triste
que suplica por el olvido.
elizabeth