Diaz Valero Alejandro José

Glosa a la escuela derrumbada

EL niño llegó llorando,

el dolor lo desconsuela,

porque estaban derrumbando

a su más querida escuela.

 

Tantos momentos vividos

en ese viejo instituto

donde compartió con gusto

los juegos tan divertidos;

que con años transcurridos

aún sigue atesorando,

y tal como aves volando

los ve desaparecer

al ver su escuela caer

el niño llegó llorando.

 

Tantas vivencias pasadas

le pasaron por la mente

recuerdos que de repente

se parece un  cuento de hadas,

esas horas adoradas

el recuerdo se congela

y mientras su niñez vuela

la nostalgia va en tropel

viendo que al niñito aquel

el dolor lo desconsuela.

 

En imágenes enteras

del primer día de clases

no imaginó el desenlace

de esa acción tan traicionera;

y mirar nunca quisiera...

El dolor va socavando

y ausencia le van dejando

obreros de construcción

trabajaban con tesón

porque estaban derrumbando.

 

 

Quedó el terreno vacío

de su antigua institución

y le partió el corazón

helando su alma de frío

el niño llora ¡Dios mío!!!

y aceptando el desafío

pues nada le pertenece

solo el recuerdo enaltece

a su más querida escuela.