Lucero Moscoso

FLORES AMARILLAS

 

 

¡Cuántas veces mi alma por no perderlo

al tibio azul que arrulló nuestras cabezas

con la púber lana que cubre a los corderos

silenció la herida en su afán por retenerlo!

 

Y del bosque interminable de su cuerpo…

¡cuántas veces petrifiqué los firmamentos

con el paisaje rubí del instante voluptuoso!

 

y con qué escrúpulo aun tan quebradiza…

¡floté en los ojos suyos con ávida caricia

y trencé caderas sin al tiempo dar orillas!

 

Será posible qué de las horas vividas…

… cuándo el amor se ofrendó sin medida

¡solo quede un rastro de flores amarillas!

 

© Derechos reservados

Propiedad intelectual Lucero Moscoso

Bogotá D. C. Colombia.