Cuarenta y ochos años de edad y sacrificios tiene la casa,Un verdadero libro de historia.Recién formando la familia,pequeños corriendo en los 45 metros divididos en dormitorios cocina,baño y sala de estar. Ella joven y llena de energías ,él trabajador incansable,recorriendo el país en busca del dinero necesario para las necesidades de ese hogar.Poco a poco fué organizandose como casa,con las necesidades básicas. Los chicos creciendo, la mujer y el hombre envejeciendo.
Han llegado a la edad donde ambos quedan en casa más grande,pués durante años fué agregando piezas para la comodidad y la necesidad.
El construyó con manos propias estos alargues.
Su vision lo hicieron crear la despensa, un mueble donde fueron habitando cosas que nunca se usarán; pero un sector es para guardar las provisiones, que como es tradición inculcadas por sus padres, la han erigido como parte principal de la casa.
Ambos todos los meses proveen lo necesario para el sustento de ellos y ocacionalmente de la familia que los visita:y..ya hbían empezado a llegar como viajeros lentejas, porotos, azucar etc.Ambos con mucho cariño, confeccionaban conservas,mermeladas,y en frascos transparentes,como en una vitrina de tienda de alta costura se guardaban para el día del deleite. Día de cuentos y conversaciones,donde se volvían a crear las mermeladas con lujo de detalles, ante los hijos o visitas,como trofeos de sus años y preocupaciones.
Y así llegó la noche del 27 de febrero(27 efe),donde la madre tierra, talvéz cansada por el peso de los humanos, se acomodó un poco, para seguir sosteniéndolos.
Un ruido poco común, al igual que cuando las conciencias nos hacen ver lo malo que estas, y te remueve para orientarte en el camino.llegó el fortísimo movimiento(8.8 grados.segundo mas fuerte en el mundo)que hizo estallar al mas templado,y DIOS recorrió por miles de voces pidiendo perdón,¿perdón de qué?Si cuando lo hiciste, lo que hoy es malo,ayer fue bueno,gritos de distintas edades, mezclados con los diferentes ruidos producidos por los elementos caídos desde los muebles o junto con ellos.Tres minutos donde el terror se pegó como la piel a todos los habitantes.La despensa abrió sus grandes puertas, y salieron del encierro como si alguién los lanzara a la libertad, los transparentes envases con sus trabajos contenidos.
Sobre la azul alfombra pegados a duraznos,moras,arádanos quedaron los vidrios de sus carceleros, como en una libertad hermanada. Creando un fantasmagórico colage, donde los clavos de vidrio estaban a punto de herir al que se atreviera pisar sobre la cálida alfombra que acarició con blanda ternura a la pequeña niña que los visitaba.
Ella en su dormitorio clavada al piso,sin responder los llamados del marido, que valientemente sujetaba el pilar de la casa,para que no cayera.Sus llamados se perdían en la selva de gritos de una ciudad despertada con el más inusual reloj que marcaba las 0.4/35.
Esa noche fué la carrera más larga que debe tener la historia, desde los abuelos a los bisnietos, todos corriendo en busca del imaginario refugio.
El pensaba que el lugar más seguro era el pilar,donde pudo lanzar todas su faltas, ante que siguieran los azotes de la naturaleza.
Ella, talvéz pensaba en un castigo por las malas acciones,sin gritos ni lágrimas que lavaran los pensamientos negativos de esa estelar e interminable amanecida.
Lentamente la luz de el día se asomaba sobre la cumbre de a cordillera para dar claridad al espantoso cuadro pintado por la fuerza de la naturaleza, que no quiso tener la valentía de ver como sus terrible cinceladas grababan la caída de casas, edificios,rompiendo estatuas, puentes, cursos de aguas que corrían desbocados arrastrando la tierra que en forma de adobes habían servido de refugio a las familias afectadas.
El sol cayó con sus rayos dándoles calor a los desnudos temores de todos los seres, que como en una tragíca comedia, deambulaban contando sus experencias a quién quisiera oirlos.
Pasó lentmente el tiempo, las carreras de los parientes para visitar a los demás, iban disminuyendo,al ver las despanzurradas casas, como si un gran gigante con una inmesa espada hubiera golpeado una a una toda casa que se interpusiera a su paso.
Ellos ordenaron sus ideas, de golpe todos en casa de los viejos, no se si era para dar apoyo de los jóvenes años, o pedir ayuda de las añosas experiencias.
Ella como buena dueña de casa, aún tiritando se dispuso a preparar desayuno, para tratar de dar continuidad a la vida
El escoba en mano a limpiar todo lo inutíl,a su vez con la escoba del arrepentimiento a barrer sus malas ideas.
La sala estaba tapizada de música envasada que había bailado el ritmo más frenético de sus vidas. Gardel junto a Jesucristo super star, Verdi junto a Banda blanca.Y el matrimonio de africanos tallados en negro ébano que siempre estuvieron unidos en el anaquel, separados de golpe en el suelo.
Ahí se dió cuenta que por horas había perdido el olfato, pués recién percibía el olor de desinfectante mezclado con vino y cloro en una bola imaginaría, que recorría entre muebles y piezas en plena libertad.
La vida cambia y cada uno cambia con la vida ,de niño están los padres, de maduro está la pareja, de viejo está la compañera y las experiencias y... Dios que los respalda en los momentos difíciles en la vida.
El decidió recoger la alfombra con todo lo que había en ella, y pensaba....mi vida se le parece, junto a lo bueno está lo malo, por lo tanto hay que tomarla,limpiarla, lavarla y que quede como en el principio,limpia blanda y acogedora, donde la paz reine y permanezca.
Ayer se encontraba en ese pequeño trozo azul y meditaba, mis amigas y amigos ¿qué será de ellos? ¿Como se sentirán en estos momentos? ¿El movimiento de sus almas sería de la misma intensidad? Si fué así sus vidas obligadamente tendrán que cambiar.