Alma al aire

Siguiendo al río

 

Camina siguiendo al río

y en él podrás encontrar

lo que se dice un buen amigo

para poder conversar,

y en su noche de estrellas profundas

reflejadas en fría humedad

te hablará de sus ojos en pena

que un día en su orilla

pudo contemplar.

 

Y el agua que va

te hablará de ilusión,

de los pasos livianos

de un viejo pastor,

de la dama y un juez

huyendo al amor

que entre sus tiernos juncos

perdieron honor...

 

Camina siguiendo al río

y en él podrás encontrar

recuerdos que estaban perdidos

y sueños para levantar,

y en la calma fugaz de un remanso

cargado de luz vegetal

te dirá que eran negros sus ojos

y el mundo brillaba

con su parpadear.

 

Y el agua que va

te hablará de dolor,

de aquel morenito

que en él se ahogó,

de un solitario

buscando perdón

que a fines de enero

se bautizó...

 

Camina siguiendo al río

y en él podrás encontrar

al silencio el mejor paliativo

y un bálsamo a la soledad,

y en las ondas cantoras del cauce

que corren a besar el mar,

te dirá que es abajo del sauce

donde ella en las noches

se sienta a llorar.

 

Y el agua que va

te hablará de amor,

de la gratitud

de un fiel pescador,

de cómo empezó la historia

pero no de cómo acabó,

porque un río abre caminos

donde nadie más lo logró.