berenice ramos

Nunca digas adiós

 

Aunque tus ojos

sean hojas marchitas

y necesites

arrojarlos al viento

para volver a sentirte libre,

en ese instante

no digas adiós.

 

Aunque la ayuda no llegue rápido

y tus sueños parezcan

ser olvido

no les digas adiós

 

Aunque no se respire fe

y la esperanza

sea inerte

nunca les digas adiós.

 

Siempre habra un 

porque respirar

un porque

tararear una melodía

hay un horizonte

y debemos mirar muy bien 

hacia adelante

sin decir adiós.

 

Aunque parezca

que no hay amor

y todo se vuelve niebla

nunca digas adiós.

 

Hubo un día

en que todo

se abandono

la esperanza se fue al vacío

y un inocente lloro.

 

En este instante,

mañana

no digas adiós.

 

Sólo un valiente

ante ninguna adversidad

se atrevera

a decir adiós.

 

D.B.R.D