La boca sin alma esquiva sonrisas
entumidos dedos ni aire acarician
a velo de lágrimas criminales
y tú distante... clavando puñales
las cortinas del viejo hotel solo hieden
y esa luz azuleja que desciende
tortura tan vil sueño por tenerte.
Paseante un polvo aéreo asfixia;
cual huracán postrero sabe a ti
y de nuevo aún suplico… tan marchita
–¡Vida no lo alejes tanto de mí!-
¿Gozarán tus labios púrpura fresca
… tus venas con ósculos se revientan
… tu cielo austral penderá las estrellas
… o la pasión es mortuoria astromelia?
Por arena irisada voy descalza
fuimos a dúo… Romeo y Julieta
pero desierta esa ilusión inmensa
cada lugar... monótona simpleza.
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso
Bogotá D. C. Colombia.