No es una locura el pensarte muerta
el rodear tu cuello con cordón de seda.
Esconderte lejos, cerrar toda puerta;
sola en la oscuridad a ver que de ti queda.
Ser tu pesadilla rodando en tu cerebro.
Cubrir tu mente entera con gran oscuridad.
Torturar tu pensamiento sin ninguna piedad;
mirar tu muerte levemente mientras celebro.
Programar una gran fiesta a nombre de la que fue.
Enterrar tus restos donde nadie los vea.
Aunque no hay crimen perfecto y regresa en la marea
disfrutar el momento de aquella que se fue.
Y ya cuando pase el tiempo y me aburra mi mente
soltar a rienda suelta lo que ocurrió de ti.
Y cuando el mundo sepa tu muerte de repente
que vengan y me busquen para saber de ti.
Muy tarde les diré con sonrisa en mi boca.
Y dándoles la espalda me alejare por siempre.
Diran todos de mi, ella esta loca;
pero lo hice mio allá en diciembre.
Que tiene que ver esto con lo otro
se preguntaran todos sorprendidos.
Aquello es solo esto y esto otro
que ahora son dos cuerpos ya tendidos.
El de ella por querer volver a tenerte
y el mio por no haberlo permitido...