Oriana14

MORÍ...

Ya no estoy aquí, morí ese mismo día que me dijiste adiós morí; todo se nublo y sentí como mi alma salía de mi cuerpo, todo era confuso a mi alrededor. Y tu simplemente  no lo podías creer, pensabas que no era verdad, vi como mis familiares y amigos lloraban y yo solo quería levantarme de mi ataúd y hablar, pero no podía, por mas que intentaba entrar a mi cuerpo el no respondía…

Te acercaste a mi y llorando le decías a mi cuerpo inútil “regresa vida mía”; Yo no lo podía entender, fue tan fuerte el dolor al ver como el amor de mi vida se iba, que mi corazón no lo resistió, mi alma se asusto saliendo de mi cuerpo.

Ahora los miro a el y a todos diciéndome cosas que nunca fueron capaces de decirme en vida, mi partida les dolía ¡en verdad les dolía!

Me impresiono ver tanta gente el día de mi despedida…

Todos se mueven, al principio no se a donde van, luego escuche a una señora preguntar por el carro fúnebre y lo entendí, llevaban mi cuerpo pálido y frió al cementerio, en unas horas ya no estaría aquí, quizás ya no sabría mas nada de mi.

Todos seguían llorando pero yo no podía dejar de observarlo, tenía una flor entre sus dedos  y sus ojos lloraban…

De repente algo me distrajo, era una luz que venia del cielo  y parecía infinita.

Escuche una voz, ¡la más hermosa que he escuchado en toda mi vida!

Sonreí por que era mi padre, venia por mí llenándome de su paz y su alegría.

Me fui, pero parte de mi se quedo con aquellos que me tienen en  su mente y corazón.

Los extraño pero aquí estoy mejor…


TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

ORIANA RAVELO.