sabianya

EL HAMBRE NO RESPETA

Erase un hombre tan alto como un higuero

Que por las noches se iba al cementerio,

 y al llegar las 12 en punto

Habría las cajas y se comía a los difuntos.

 

 

Esta muy bien comer, pero no tanto,

que por lo menos se respeta a un campo santo,

 

 

Pero cuando el hambre nos aprieta, 

Ni a los vivos

Ni a los muertos

Se respeta