Diaz Valero Alejandro José

Fábula de una abeja libadora

Cuentan que una abeja

que era muy malcriada

y muy altanera,

que dejó abandonada

su propia colmena,

para ver si así sola

sin una compañera

sería la gran libadora

de flores enteras;

para que cuando las otras

libar quisieran

no hallaran ni sombra

del trabajo de ella.

Y había tanto néctar

en las flores aquellas

que por más que libara

lo que ella quisiera

al llegar las otras

aunque tarde fuera

hallaban el néctar

como granos de arena

y así la abeja

sufrió su condena

de creer que al libar

sería la primera

pero habían tantas flores

como en el cielo estrellas

que la miel rebosaba

en todas las colmenas.

 

Que tonta la abeja fue

y ahora sufre su pena:

Cuando Dios provee

la escasez no llega.


AUTOR: Alejandro J. Diaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Registrados
Bajo el Número 1304114932264
Maracaibo, Venezuela