gaston campano

¿Loco o cuerdo?

En una noche callada,

con el manto de la luna

la mente comenzó a divagar.

Sobre ese barco de dudas.

Y se encontró al comienzo

con esa dama perdida,

diciendo palabras ausentes

para comenzar la vida.

Con seriedad absoluta

sin tropiezos ni caídas.

Fué despejando incognitas,

como en el cielo habían,

tantas estrellas luminosas,

que fueron borrando el día.

En un volcán de ternura

la mente se puso fría,

sin saber si el querer

sería condición ambigua.

El reflejo del poder

dueño absoluto del tiempo,

pués su mente observaba

su presencia en todo momento.

El poder mental acaba

con razones y cariños

cuando se ha extraviado

la fé como gran destino.

Se han cerrado las puertas

de ese pensar profundo,

y sumiendose en silencio

la mente cambió de rumbo.