alberpoe

Dosis exacta de amor

Hoy te me declaras

adicta a mis poemas de amor.

¡Válgame Dios!

 

Qué tarea para un poeta,

¡sinónimo de médico de almas!,

tener que calmar las ansias

de su paciente predilecta

con una inyección

de sentimientos

en versos.

 

Siempre que te escribo un poema

en tus manos coloco una flor,

de mis dedos se escapa una tierna caricia

como sé que ha tu vida no han llegado dos.

 

Sabes,

siempre que leas un poema mío

en tus mejillas sentirás que te doy un beso,

y en tus labios también ¿por qué no?

besos que más que besos

son labios ardientes,

¡de un hombre ardiente !

que quema tu bella piel con dulce ardor

y te hace danzar al compás

de una hermosa canción

de resuellos y suspiros féminos.

 

Hoy te me declaras

adicta a mis poemas de amor.

¡Válgame Dios!

 

Decir un poema a tu bello ego de mujer,

es decir he aquí mi dosis exacta de amor

que como sábana viste tu cuerpo,

como fogata te dará calor,

es la mas perfecta cama que puedo construirte

para que descanse tu alma solitaria, lejos de mi,

es la predilecta manera de hacerte el amor

en la distancia que nos separa.

 

Hoy te me declaras

adicta a mis poemas de amor.

¡Válgame Dios!

 

De rodilla en el piso,

mano derecha al cielo,

digo:

Mantendré siempre viva esa adicción

aunque

sin dedos

me queda

por tanto escribir.