En esta soledad que sopla el viento,
trayendo tu recuerdo a cada esquina;
me siento como un ave que surca en el espacio,
batiendo con sus alas, aun estando herida.
No culpo tu abandono al ser culpable,
de cosas que recuerdas sin remedio;
es como querer alcanzar alguna estrella,
y no poder construir una escalera para llegar al cielo.
Tú sabrás si con castigo,
que brote de a tu alma hacia la mía;
consigas la venganza que acabe con mi vida,
si sabes que mi vida, sin ti ya está vacía
Con Dios tan sólo estoy a cada instante,
Él es mi fortaleza también es mi estandarte,
Él sabe que te quiero y como he de amarte;
Él sabe que a ti nunca yo lograré olvidarte.
En esta soledad que sopla el viento,
vivo con la nostalgia de un amor verdadero;
sintiendo los minutos que son tan pasajeros,
como si fuesen siglos, al no ver tu regreso.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita