Hugo Emilio Ocanto

lluvia

Estoy sentado en la plaza

de todos los días de mi existencia.

Hace mucho frío.

Leo poemas de amor.

El cielo está nublado y muy gris.

Viento. Relámpagos y truenos

me desconcentran de mi lectura.

Cubriéndote con un gran poncho

pasaste corriendo por mi lado.

Te grité: " Le tenés miedo

a la tormenta"?

"No"- me respondiste.

" Entonces,  permíteme correr contigo"

" Aceptado", dijiste.

Comenzó a llover torrencialmente.

Nos guarecimos bajo

un toldo de kiosco.

" Gracias por aceptar

que te acompañe"

" Me siento feliz de estar contigo"

respondiste.

" Hermoso poncho".

" Me lo regaló mi padre

cuando cumplí 15 años", me dijiste.

Seguía lloviendo.

Nos acariciamos las manos mutuamente

para darnos calor.

" Estoy solo en casa,

quieres acompañarme?

" No puedo. Prometí a mamá

estar en casa en unos minutos más"

La gran lluvia

apenas nos dejaba escuchar

nuestro diálogo.

" Puedo volver a verte"?, le pregunté.

" Mañana puede ser"

" Mañana, que llegue pronto..."

musité.

" Hasta mañana, entonces"

" Hasta mañana. Cómo te llamas?"

"  Elisa. Y vós?"

" Emilio. Puedo darte un beso de despedida?"

" Aquí están mis labios,

dame los tuyos"

Nos besamos fogosamente,

y partió. La inclemente lluvia

no cesaba.

La ví partir.

Y yo... me quedé pensando

en mañana...