Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

EL POETA LLAMA POR TELÉFONO A SU AMADA

 

 

 

anoche te llamé, turbia garganta

adolorida mi alma ronroneaba

¡pero al escucharte! Sola cesaba

volviendo sosegado  lo que le espanta…

 

entonces el dolor ya se desplanta

y la calma en mí ya se refrendaba

ante el breve momento en que charlaba

una ofrenda de amor en mí se encanta.

 

 

Por eso hablar contigo fue un delirio

ante esas horas que viví… El martirio.

Distingo los momentos de tu abrazo

 

 

así,  sé que me amas sin voltear la hoja

en la alegría y en la congoja

y hasta que avecine el nuevo ocaso.